En que los pantanos estaban en tu corazón y las lagunas que te ahogaban estaban en las almas. -Hay un fuego, llamas que queman; no sé de dónde vienen ni el por qué me llegan. -Cometiste errores. -Pero hice maravillas. -No trates de parecer inocente, tú y yo sabemos que no lo eres. -No me mires. -No lo hacía. -¿Me quieres? -Debería irme. -¿Me quieres? -¿Cuál es el punto? -Sabes que no fue mi culpa. -Yo no sé nada. -Háblame. -No tengo nada para decir. -Cuéntame entonces qué sientes. -Te siento a ti. -Estoy en ti. -No lo digas. -Oblígame. -Esto es inútil, lo sabes. -Jamás dejas que hable. -Tuviste muchas oportunidades y nunca escuché tus frases. -Quería que las escucharas, pero estoy hablando ahora. -¿De qué sirve el tiempo del pasado en el presente? -No lo sé. -Yo sí; de nada. -¿Me quieres? -No. -Mientes. -No. -Tienes razón, deberías irte. -…te amo.
Por eso todo tiene su equilibrio, el Universo hace sus propias balanzas que me tienen aquí condenada...a publicar mis "poemas" sin alma que toman la mía con suspiros de falsa alegría.