Me has condenado a cambio de una satisfacción que no percibo; me has engañado, lo supe desde el principio; has prometido algo que aún espero me cumplas; has hecho de mí un alma en pena y exijo que me devuelvas lo que no te pertenece. Si me oyes estrecha cólera, te hablo a ti que tanto me odias; no me importa si me matas o te vengas, hicimos un trato, yo he cumplido. ¿Y tú? La noche no espera y así, como hermosa es, pide a cambio que la comprenda; amo a esa luna llena que se pinta tierna mientras dentro es letal y agriamente sincera. Quieren que cante como el viento, yo no quiero aprender sus apasionados versos, pues es incomprensible la manera de ser de ese viejo: sabio, arrogante, delicioso, frescamente doloroso, además de parlanchín. Todavía están encendidas esas luces que me fastidian. ¿Qué significa tomar un martirio con placer? Vaya concepto tan irritante. ¿Es así la otra manera de llamar al masoquismo? El resentimiento me pudo. Por otro lado, está esa cosa e
Por eso todo tiene su equilibrio, el Universo hace sus propias balanzas que me tienen aquí condenada...a publicar mis "poemas" sin alma que toman la mía con suspiros de falsa alegría.