Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2010

Fragmento de verdad

He pasado demasiado tiempo viendo a los demás vivir sus vidas privando la mía de tu agradable compañía, solo por miedo, por algo de rabia. Así ha llegado el momento que ha corrompido mis sentimientos, el momento de erradicar de mi pensamiento el despojo de tus ojos envueltos en el misterio. Te he visto andar como si volaras al mirar dejando un vacío en el silencio que es donde estás; he sentido cómo tu helada piel me aturde tan vilmente que el delirio de repente atiende a mi mente; he oído en tu voz que solo innata puede ser, pues parecido alguno imposible debe haber; he tenido el placer de tu aroma conocer y ha sido tal, que no lo he podido aún asimilar; he desvelado mi sueño más de una vez por tener que descifrar tus silencios con la ayuda de la oscuridad que ha sido la única que ha entendido como veo tu beldad. ¡Llamo ahora a la dulce soledad! Para que por favor me cautive con memorias de tiempos atrás y para que no me deje de susurrar la oportunidad de estar contigo

Un mal amor, un amor imposible

¿Por qué lloras por un mal amor, de dónde sacaste que valía la pena? Sin pensar en las consecuencias y dejándose cegar por el ardor del desespero que manejaba su cuerpo y sin dejar de tener su recuerdo fresco, respondió con dolor:“porque una mujer como ella: ni caminando descalzo en la superficie del sol; ni recorriendo hasta la última estrella de todas las galaxias; ni ganándole una carrera a la velocidad de la luz; ni viajando a través del tiempo buscándola debajo de los restos de cada época; ni vaciando las aguas de los siete mares registrados en cuentos, mitos y leyendas; ni soportando los cantos con que hechizan las sirenas; ni sobreviviendo a la odisea que iluminó Homero; ni regalando astros a diestra y siniestra como soborno para encontrarla a ella; ni siendo el favorito de los dioses de la mitología Griega; ni pudiendo ir y venir hacia y de Asgard como se te venga en gana; ni siendo el conquistador de Atlántida y decir que yace en un vaso con agua; ni ser quien arme anacronism

Un Conde sin memoria

Quizá los sentimientos fundidos tenían alguna razón de ser entorno a él y ahora todo trataba del egoísta mundo físico. Descubrió con desasosiego un retrato, lo miró con la delicadeza que solo el amante posee, mientras sus ojos destilaban lágrimas de dolor. Las pocas memorias montaban su propia danza en los abismos que el tiempo compartía con las dimensiones; el compromiso consignado en sus pupilas hacía sollozar en silencio el alma que se sentía perdida. Todas sus emociones se debatían entre sofocarse o hacerle tener mente suicida. Cada rasgo facial denotaba su cansancio marcado estrictamente en las líneas que aparecían en sus mejillas; el drama de su diario vivir se basaba en dudar de la existencia de sus canas, al fin y al cabo no existía el elixir de la larga vida, esa alquimia tan netamente superficial. El cólera ya le caminaba vigoroso por sus venas destruidas, no les bastaba con ser responsables de cargar con la fluidez de un amor muerto, que por sí mismas llenaban su pedido con