Mis palabras se mueven fuertemente por oleadas de sentimiento que azotan mi carne. Hoy me azota el dolor. Pero debí tener tantas palabras escritas cuando me azotaba tu amor.
Ahora que no te tengo y me invade una angustia infinita, brotan de mis dedos palabras de tinta. Palabras que debo crucificar en el silencio que ha dejado tu partida.
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