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Día 270

Hoy he vuelto a llorar por ti. Pero mis lágrimas ya no se tiñen de sangre.

Hoy he vuelto a doler en carne expuesta. Pero mis vísceras ya no quieren aferrarse a tu recuerdo.

Hoy he sentido de nuevo tu marcada ausencia. Pero las estrellas ya no me susurran tu aroma.

Hoy he contemplado el vacío poniéndole tu nombre. Pero la gratitud ya no hierve en medio de este desastre en el que me he convertido.

Hoy he pensado en tus besos pasados. Pero mi piel ya no se estremece con tu fantasma.

Hoy, por poco, he vuelto a ti. Pero parece que mi destino final no eras tú.

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